Buenas tardes de domingo a todos los lectores de Gran Música, nuestro blog de música de la Gran Red. Antes de empezar, quiero decir algo a todos los que lean este artículo a destiempo, como yo lo escribo: esta semana he estado ocupado con ciertos asuntos académicos, personales y profesionales por otra parte, y no he podido dedicar mi tiempo a hablar sobre los Clásicos de la Música, así que escribo para hoy, aunque domingo sea, el artículo que correspondería en realidad al jueves día 5 de marzo.
En la decimoctava entrega de los Clásicos de la Música de cada jueves he decidido incluir esta semana una voz muy especial y una canción también muy especial para tanta gente, que sigue siendo cantada en muchísimas ocasiones en una reunión de amigos junto a un piano o a una guitarra. Yo recuerdo las amenas clases de música en el instituto y la forma de amenizarlas con el piano del aula: treinta alumnos alrededor de un piano en el que leyendo la partitura el profesor o yo mismo improvisaba un acompañamiento para que el resto de la clase cantase la canción. Buenos tiempos, y divertidos, aquellos.
Bueno, pues la canción que traigo para esta semana se titula Un beso y una flor, y es una de las más conocidas y cantadas desde sus principios, uno de los temas más famosos del gran Nino Bravo, una de las voces inigualables de la música de los últimos tiempos.