Aunque tarde, ha llegado el momento de hablar de música clásica. Este post debería pertenecer a la tarde del sábado, pero por causas naturales y personales, no pudo ser, de modo que hoy –en España, mañana de domingo– lo tenemos aquí.
Como muchos recordarán, dije en artículos anteriores que no se debía llamar música clásica a todo lo que englobase este estilo, que había que identificar la música barroca, distinguirla de la música clásica y de la música romántica, saber que no tiene nada que ver con la música impresionista, eso entre otros muchos estilos, como el nacionalista, independiente de por sí. Con esto quiero referirme a que este artículo, como en contadas ocasiones llevamos ya en nuestra sección, no es de música clásica, sino de música barroca. Vivaldi, ni más ni menos.
La obra de hoy es un concierto para cuerdas, compuesto en fa menor, y es el cuarto concierto de Las Estaciones de Vivaldi.