Buenas tardes a todos. Estamos, una semana más, en nuestros artículos de los jueves sobre los grandes Clásicos de la Música, una sección con una temática que ronda exactamente sobre los músicos del último siglo, aquellos que de verdad han marcado su paso a lo largo del mundo musical, que son muchos y a la vez pocos. Para esta semana he traído, por fin, después de mucho tiempo esperándolo y pensando en ello, a un grupo muy especial para mí: Eagles.
Eagles, un grupo estadounidense que, desde los años 70, nos han dado sensaciones múltiples y canciones más buenas que muchos de los grupos que actualmente se las dan de artistas, de hitos; Eagles, un grupo que lleva triunfando y siendo reconocido desde sus primeras actuaciones con canciones que hablaban de coches y de la vida sin rumbo; Eagles, un grupo cuya canción, quizá, más conocida, la que traigo hoy, ha sido tan versionada y es tan famosa que no suele haber oyente de radio que no la conozca; Eagles, en definitiva, es el grupo que nos acompañará esta semana hasta el jueves próximo.
El título de la canción de este jueves es, como podrán suponer por lo que he dicho más arriba, Hotel California, canción que da nombre al mejor álbum del grupo y el más vendido, y que significa un antes y un después en la historia de su carrera. Este antes y después se llamó Grammy. Este disco tiene una simbología muy especial y con una carga moral bastante fuerte: desde las ventanas de un hotel se ve la sociedad exterior, una sociedad presidida por las drogas, lo cual es una metáfora de la verdadera realidad y de lo que, cada vez más, está sucediendo a nuestro alrededor