Vamos a hablar este fin de semana en nuestra sección de Música Clásica sobre uno de los grandes genios de la música, como ya hemos hablado otras veces, pero hoy con una obra especial. Se trata del gran Johann Sebastian Bach, el gran compositor del período barroco, y una de sus obras más reconocidas: las Variaciones Goldberg.
Terminada en 1742, las Variaciones Goldberg son una obra fundamental a los oídos de cualquier músico, pero sobre todo de cualquier pianista. Se trata de una composición formada por un tema principal, del cual se hacen después treinta variaciones diferentes, cada una con su carácter, unas fuertes, otras suaves, unas enérgicas, otras relajadas, unas con mayor velocidad y otras con menor velocidad. Todo esto hace de Bach, como siempre le sucedió con esta técnica, un verdadero maestro de la música. La técnica que utiliza, supongo que la saben por las veces que se habrán citado a lo largo de nuestros comentarios, se llama contrapunto. Consiste éste, explico muy brevemente, en contraponer melodías diferentes siguiendo un mismo esquema, con diferentes voces, cada una de las cuales habla por sí sola. De esa manera, podemos encontrar obras de tres, cuatro, cinco, seis voces que hablan cada una por su cuenta, lo que hace que la interpretación de la música barroca sea bastante difícil a estas alturas, porque para destacar el tema principal en la voz que le corresponde hace falta verdadera técnica pianística. También utiliza Bach, como ya he dicho arriba, un tema principal que puede estar en boca de cualquiera de las voces, y eso es lo realmente difícil de su interpretación, buscar el modo de que la voz que lleva el tema principal y que está cantándolo en ese momento suene más que la voz que lleva un contrapunto de acompañamiento. Este sistema se puede apreciar muy bien en las fugas. Por ejemplo, en la ya citada en otro artículo Toccata y Fuga en Re menor para órgano.