El Precipitato, el tercer movimiento de la Sonata número 7 en si bemol mayor, opus 83, de Sergei Prokofiev, es una de las más difíciles piezas que se hayan compuesto para piano a lo largo de la historia de la música. Grigory Sokolov, un pianista ruso nacido en 1950, interpreta esta obra con una calidad de sonido, de movimientos y, sobre todo, de técnica e intención que deja asombrado a todo amante de la música y de la dificultad. Los pianistas, entre los que me cuento –no con el nombre de pianista sino como estudiante de piano que aspira a algo parecido a un pianista–, alabamos su modo de tocar.
Fíjense, especialmente, en el modo como el pianista mide las notas, siempre con el mismo ritmo y sin irse de tempo, firme como una máquina de escribir.
El compositor pertenece a uno de los movimientos que se dan durante la mitad del siglo XX: el neoclasicismo (1920 – 1940). Este movimiento se caracteriza principalmente por la utilización de los acordes que durante el clasicismo los grandes, como Mozart, Boccherinni o Beethoven en su primera etapa, utilizaban, pero de una manera muy especial: utilizando disonancias, lo que en el clasicismo no estaba permitido. Esta música presenta lo que muchos llaman “golpes en el instrumento”, es decir, un carácter muy duro con grandes percusiones y grandes efectos sonoros. El concierto completo, una obra única –una auténtica joya musical– adquirible en DVD.
Para todos los amantes de la música, músicos o simplemente ansiosos de cultura. No se arrepentirán.
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