Buenos días a todos. Hoy, aunque es domingo, estoy aquí para hablar de la música clásica que se publica en este blog cada sábado: ayer tuve problemas con mi conexión a internet y no pude, por más que lo intenté, publicar este post aquí.
Para este fin de semana escogí, cuando hice, hace unos días, la lista de obras clásicas que se irían publicando en lo venidero, una obra a la que tengo mucho aprecio y que me gusta bastante. La primera vez que la escuché estaba en un examen de música en el instituto, lo recuerdo perfectamente, y el profesor dijo un título extraño y un nombre extraño, que nadie en la clase conocía, ni yo, que escuchaba música clásica. Pero más tarde me di cuenta de que este compositor era uno de mis preferidos, dentro del período romántico, y fue cuando empecé a buscar, una detrás de otra, todas sus obras. La pieza de la que hablo esta semana es un concierto para piano, en do menor, y es el segundo que escribió Sergei Rachmaninoff, de cuatro conciertos, a cada cual mejor, que tiene en todo su repertorio. Como curiosidad diré, aunque este no es el mejor momento, que el primer concierto para piano del compositor fue su primera obra, lo cual es increíble porque un concierto para piano y orquesta no lo escribe cualquiera, y menos uno con una calidad semejante.
Bueno, pues esta obra, como decía, es una de mis preferidas de uno de mis compositores favoritos. Una pieza extremadamente difícil, que consta de tres movimientos completamente románticos, con mucha tensión armónica y una melodía preciosa que hace que los sentidos de cualquiera con un mínimo de sensibilidad se estremezcan al escucharla. El segundo movimiento es un lento con una melancolía a lo largo de los veintidós minutos de pasaje tal que lo convierte en una de las piezas más famosas del compositor ruso. Pero el que vamos a escuchar es el primero, que sólo con la forma de comenzar ya nos sitúa en un ambiente completamente romántico, con una presencia de la melancolía en los violines del principio y en el piano que introduce, lenta y progresivamente, el moderato con unos majestuosos acordes seguidos de un bajo estremecedor. Una sensación exquisita, donde las haya.
La interpretación del pianista del video que muestro no es la mejor que he visto, me gusta más la de Jorge Bolet, pero la forma de tocar de Alexis Weissenberg, el pianista búlgaro que aparece aquí, no es mala. Además, en este video acompaña y favorece en gran medida la presencia del director, Herbert von Karajan, uno de los mejores directores de toda la historia, que el año pasado hubiese cumplido cien años. Con todo esto, la pieza se convierte, no sólo por su hermosura en sí misma, sino también por el acompañamiento de este gran artista de la batuta y de la interpretación del pianista, en una reliquia que no se puede dejar pasar.
Les dejo, pues, con el vídeo. Y recuerden que en youtube pueden encontrar el resto de los movimientos que componen este fabuloso concierto. Merece la pena. Espero que les guste.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=5ZRbko3UsnQ&feature=related[/youtube]
DON JORGE LE ESTOY MUY AGRADECIDO, DADA SU GENEROSIDAD Y NOBLEZA DE OFRECERNOS ESTE MARAVILLOSO CONCIERTO, JUNTO CON SUS BELLISIMAS PALABRAS
…, TAMBIEN PARA MI ES UNO DE LOS PREFERIDOS…, MAS A MI SE ME CONFUNDEN CON «eL CONCIERTO DE VARSOVIA» Y EL DE FRANK LISTZ, CREO QUE EL NUMERO 2
… YO HE ESCUCHADO MUCHA MUSICA CLASICA, PERO CON DESORDEN Y SIN GUARDARLE EL OBLIGADO RESPETO A SUS AUTORES, QUE ADEMAS DE MAESTROS SON NUESTROS MUY QUERIDISIMOS PADRES.
ESTARE PENDIENTE DE SU MARAVILLOSO BLOG
NUEVAMENTE MI APLAUSO Y AGRADECIMIENTO
ALFONSO JATIVA