Es una de las mejores, no tengo ninguna duda acerca de esta opinión. Es una de las mejores canciones de amor que haya escrito el que la firma. Una canción de amor a una prostituta, toma, pero una tremenda canción de amor. Tanto la letra como la música son verdaderas joyas, y más cuando la voz la acompaña este piano.
Ya sé que ha aparecido varias veces Joaquín Sabina en este tema de las Joyas, pero creo que no puede pasar otra vez más con una letra del jienense. Ésta, ya os digo, es una de las mejores canciones que contiene su repertorio, y es una de las que marcan desde que un adolescente de catorce años, como era yo cuando lo descubrí, empieza a interesarse por su arte. Por eso, entre otras cosas, la considero una Joya digna de ocupar el lugar que le asigno en este tema, porque la letra hace que cualquiera que persiga la mejor canción de amor del mundo, se dé cuenta de que no necesariamente una canción de amor va dirigida a una bella mujer a la que el autor quiere mucho, o, en su defecto, a una bellísima mujer que no hace caso al autor –en ese caso es de desamor la canción, pero trata el mismo tema–. Esta canción, pues, marca en un tema tabú para algunos (el de las prostitutas) una bellísima historia de amor, por eso creo que es digna de ser escuchada atentamente.
Además de todo eso, la voz de Olga Román acompañando a Joaquín es otra de las perlas que contiene esta gran Joya, con sus terceras por debajo o por arriba en el acompañamiento de la melodía. Olga, con su maravillosa voz, se rebela con su dulzura al mismo tiempo que conduce la letra, junto con el cantautor, al género de la poesía.
Al género de la poesía llevan también la música las manos de Antonio García de Diego al piano. Éste sí que es un genio que convierte todo lo que toca en belleza, en esplendor.
La versión original, la primera, de esta canción se encuentra en el disco 19 días y 500 noches. Pero yo, con diferencia, tengo más en un pedestal esta que os voy a mostrar, esta versión en acústico hecha para el disco Nos sobran los motivos, en la que sólo el piano y unos leves sonidos de cuerdas hechos con el teclado acompañan a la voz del cantautor, que, si bien sonaba perfectamente en la versión original acompañada por una guitarra, suena mejor aún en esta versión con el piano, al mismo tiempo que por ser en directo, lo que a mí, personalmente, me llena más.
Espero que disfruten con esta Joya, tanto con la letra como por la música, tanto por la sensación como por la impresión de escuchar una canción de amor a una prostituta. Espero que os guste. Y, para finalizar, antes de dejaros con el vídeo, prometo, con la mano en el pecho al mismo tiempo que en los libros y en las partituras, no volver a poner una canción de Joaquín en el apartado Joyas hasta dentro de un tiempo, porque no se trata este apartado de alabar al jienense, sino de alabar a las buenas canciones –no está en mí que todas sus canciones sean buenas–. Un saludo a todos los que sigan leyendo este blog, espero que no se me aburran.
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