Érase una vez un cantautor madrileño con un gusto exquisito por las rimas consonantes y por las letras satíricas. Famoso y alabado entre los suyos, ha escrito canciones de críticas políticas como aquella que se llamó Cuervo Ingenuo. Su nombre es Javier Krahe, y aunque muchos no lo conocerán, sé que otros lo alaban. Esta canción es, sin ningún rodeo a realizar, una joya. Llamaré joya a lo que tiene gran valor, como lo tiene la letra de esta canción, a la que una música sencilla y acústica acompaña –como es propio del cantautor. De hecho, lo identifica en numerosas ocasiones–, así como a otras canciones que seguirán en su momento a ésta, con idea de que los demás piensen si realmente son una joya –para lo que espero opiniones–.
El título de la canción es Un burdo rumor, y se grabó en un álbum en trío que el madrileño grabó con Joaquín Sabina y Alberto Pérez: La Mandrágora (1981). No he podido encontrar un vídeo de los tres juntos cantando, pero como la canción la compuso Krahe y la incluye en su repertorio a la hora de cantar en la calle, les dejo un vídeo de una actuación en la que canta esta canción, con algo de letra –muy poco– cambiado –que, por otro lado, forma parte del espectáculo–. Lean la canción –satírica, por supuesto– y saquen sus propias conclusiones.
[youtube]http://es.youtube.com/watch?v=tdZcWsiEdE8[/youtube]
Un burdo rumor
No sé tus escalas,
por lo tanto eres muy dueña
de ir por ahí diciendo
que la tengo muy pequeña.
No está su tamaño
en honor a la verdad,
fuera de la ley
de la relatividad.
Y aunque en rigor no es mejor
por ser mayor o menor,
ciertamente es un burdo rumor.
Pero, como veo
que por ser tu tan cotilla,
va de boca en boca
y es la comidilla.
En vez de esconderla
como haría el avestruz,
tomo mis medidas,
hágase la luz.
Y aunque en rigor no es mejor
por ser mayor o menor,
una encuesta he hecho a mi alrededor.
Trece interesadas
respondieron a esta encuesta,
de las cuales una
no sabe, no contesta.
Y en las otras doces,
división como veréis:
se me puso en contra
la mitad, es decir, seis.
Y aunque en rigor no es mejor
por ser mayor o menor,
otras seis, francamente, a favor.
Y si hubo reproches
fueron, en resumen,
por su rendimiento,
no por su volumen.
Y las alabanzas,
que también hubo un montón,
hay que atribuirlas
a una cuarta dimensión.
Y aunque en rigor no es mejor
por ser mayor o menor,
¿a que a veces soy muy cumplidor?
Mi mujer, incluso,
dijo “aunque prefiero,
como tú ya sabes,
la del jardinero,
por si te interesa
pon que estáis a la par,
sólo que la suya
es mucho menos familiar.
Y aunque en rigor no es mejor
por ser mayor o menor,
nunca olvida traerme una flor.
Es mísero, sórdido,
y aún diría tétrico
someterlo todo
al sistema métrico.
No estés con la regla
más de lo que es natural,
te aseguro chica
que eso puede ser fatal.
Y aunque en rigor no es peor
por ser mayor o menor,
yo que tú consultaba al doctor López Ibor.