El pasado domingo en la transmisión del Show de los Sueños “Amigos del alma” vimos la primera expulsión, quien le corrió la mala suerte al hijo del charro mexicano, Rodrigo Fernández, y su equipo de “Cazasonrisas” se fue al precipicio, el sueño que cayó fue el de montar una clínica infantil para menores con problemas Facio dentales.. Tras la sorpresa que no le cayó nada bien a muchos fans seguidores de la emisión, la “Leona Dormida” permanecerá en esta segunda temporada de reality, por tal motivo estaremos viendo domingo tras domingo los desplantes de esta “diva de antaño”, pues es de todos sabido que esta cantante ha dado los peores comentarios en el transcurso del concurso y que no se tienta el corazón al dar pésimas calificaciones a los concursantes que se atrevan a replicar sus decisiones, causa por la que las bajas calificaciones enviaron al segundo lugar a Gloria Trevi en la temporada pasada, que según las estadísticas llevaba por mucho la delantera a los otros competidores y posible ganadora.
En “Amigos del alma” al parecer la maldición de la Leona ha caído sobre el carismático Nigga, que no ha flaqueado por defender el sueño de la Monclovense y su equipo de “Las acereras” ya que ha quedado por segunda ocasión consecutiva entre los sentenciados, pero lo pero del asunto es que para el domingo que viene se torna una complicada decisión entre los fanáticos y publico en general, puesto que son cuatro los equipos sentenciados y destinados a salir dos.
Y la polémica no puede faltar como el aderezo de la ensalada, pues pronto algunos medios de comunicación impresos circularon la noticia de que Ninel Conde, una de las participantes, estaba siendo claramente beneficiada con el exceso de coros en sus intervenciones de canto, a lo cual rápidamente la producción tomo cartas en el asunto, y como regla adicional impusieron a los participantes el incluir coros en otra fase del canto, esto incluyendo a la “bombón asesino”. Para amarrar bien su situación y demostrar su talento, Ninel interpreto de nueva cuenta la melodía en cuestión sin el exceso de coros, recibiendo la misma calificación de los jueces.