Tercera entrega de nuestros temas rockeros asignados para el lunes. Hoy, con una nueva semana que se abre y algunos, como yo, con un nuevo curso académico que empieza, nos toca hablar, ni más ni menos, que de Extremoduro, un grupo que siempre ha significado algo para mí debido a sus mensajes, de una u otra manera importantes, en sus canciones. Es uno de los grupos que más escuché en mi infancia, hace ya unos cuantos años. Desgraciadamente les perdí la pista, pero sé que siguen siendo exitosos porque tengo un amigo fan de este grupo.
Recuerdo los días en casa de un familiar que era más que seguidor de este grupo. Aquellos días que solíamos quedar por las tardes para jugar a videojuegos, por lo general, de arcade. Y tenía este familiar –primo, en concreto– el arte, visto desde mis ojos de seis o siete años, de conectar la música a la televisión en la que se jugaba a los videojuegos. De esta manera, sonaba Tekken, por ejemplo, fundido con Extremoduro, lo cual daba un efecto bastante potente. Por esto, y por muchas otras cosas, es uno de los grupos que más han marcado mi recuerdo, y por eso os hablo de ellos hoy.
La canción que he elegido para el primer artículo sobre Extremoduro –habrá, seguramente, varios a lo largo de todas las entregas de los Lunes Rockeros–, se titula Salir, y se encuentra en su disco Canciones prohibidas.