Clásicos de la Música X – Richard Clayderman

Bienvenidos de nuevo una semana más a nuestra sección asignada para los jueves en Gran Música, nuestros fabulosos Clásicos de la Música. Hoy, en concreto, con un invitado muy especial –entiéndaseme el concepto de invitado en textos electrónicos como estos–. Un hombre que, ya desde su juventud, revolucionó en el mundo de la música todo el panorama con la interpretación de grandes canciones del momento de un modo peculiar, no muy cultivado por otra parte: a piano.

Hablo del pianista Richard Clayderman, una figura de la música popular del último siglo, que invocó el espíritu del clasicismo del piano para mezclarlo con baterías y teclados, y hacer con esa mezcla un cóctel molotov que explotó en las cadenas de radio de todo el mundo.

Para la ocasión he escogido el tema que quizás sea el más famoso de todo su repertorio. Si no lo es realmente, al menos es por el cual yo conocí su música. Esta canción se titula Balada para Adeline, y fue en su día la sintonía de la telenovela Novia de Vacaciones, según creo recordar –hablo de memoria, y a veces, falla. Pero creo que está todo en su sitio–. En ella, en la canción, encontramos una bellísima melodía interpretada por el piano y acompañada también por el mismo instrumento, pero con la ayuda de una batería y algunos sonidos de fondo, ejecutados, supongo, con un teclado a modo de “sample” que da mayor ritmo a la pieza, lo cual es lo que suele gustarles a los oyentes de la radio actual.

He de aclarar un par de observaciones que, considero, son importantes a la hora de hablar de este hombre. Richard Clayderman es pianista, sí, porque yo mismo he visto vídeos de él interpretando obras clásicas, para lo cual se requiere técnica pianística. Quiero decir con esto una cosa: hoy en día, a todo el que sabe bajar las teclas de un piano y hacer que suene algo más o menos bonito, o más o menos bien, se le llama pianista. «Pianista» porque sabe tocar el «piano». Y yo mismo, que soy adicto a las palabras y al significado que éstas tienen, he de aclarar que este concepto se utiliza para designar esa habilidad, pero que realmente el pianista es el que sabe interpretar en condiciones una buena sonata de Mozart o una polonesa de Chopin, que no es pianista el que sabe manejar un teclado electrónico, sino el que sabe manejar el sonido natural del arpa del piano con las yemas de sus dedos.

A lo que quiero llegar es –y con esto termino mi discurso– a lo siguiente: podría haber incluido a Richard Clayderman con esta misma canción dentro de la sección de música clásica, y ello no habría sido una mala idea. Pero considero que su modo de hacer música le lleva más a esta sección, porque siempre ha sido un clásico, conocido por todos, y alabado por muchos. Así que esta semana, aunque de piano se trate, el Clásico se llama Richard Clayderman, es pianista, e interpreta una obra con dicho instrumento, pero de manera modernizada.

Espero que les guste el clásico de esta semana. Nos vemos dentro de siete días para hablar de más de lo mismo. Un saludo.

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